¿POR QUÉ NOS PREGUNTAMOS?
PROPÓSITO: Reflexiona sobre la capacidad del ser humano de plantearse interrogantes que le permitan contar con una interpretación crítica de su realidad a través del desarrollo de una actitud filosófica.
CRITERIOS DE EVALUACIÓN:
- Analiza la importancia de contar con una actitud filosófica que le permita tener una interpretación crítica de su realidad.
- Valora la importancia de asombrarse y dudar sobre su realidad como camino a tener una actitud filosófica y crítica.
Todas las personas nos hacemos preguntas. Algunas de estas nos ayudan a resolver situaciones prácticas y otras nos llevan a reflexionar sobre aspectos más trascendentales. Esta reflexión surge por diversos motivos, como el asombro sobre algo nuevo, la duda sobre lo que es bueno o malo, la angustia frente a la existencia, etc. Es más hoy en día nos enfrentamos a una situación para la cual nadie estaba preparado y surgió nuevas interrogantes que poco a poco se han ido resolviendo o que quizás aún no, pero el preguntarnos al respecto es el punto de inicio para un mundo de soluciones, pero a la vez de nuevas preguntas.
¿POR QUÉ EL SER HUMANO TIENE LA NECESIDAD DE CUESTIONAR LA REALIDAD?
El hecho de plantearnos preguntas y de procurar posibles respuestas es parte de la naturaleza del ser humano. Si tomamos en cuenta al día cuantas preguntas nos hacemos para resolver los problemas que nos acontecen, poder comprender un tema o aprender de la vida cotidiana, nos daremos cuenta de que más son las interrogantes que las soluciones que encontramos. Así que, el ejercicio de indagar o preguntar es útil e importante en nuestro día a día y nos ayuda en nuestro desarrollo, formándose una actitud filosófica.
¿QUÉ ES UNA ACTITUD FILOSÓFICA?
Es la disposición que tenemos para poder cuestionarnos, problematizar, criticar nuestra propia existencia y la realidad en general. ¿De dónde procede el mundo?, ¿Quiénes son los seres humanos?, ¿para qué vivimos?, ¿hay vida después de la muerte?, ¿qué es la verdad?, etc. son algunas de las interrogantes que han estado presentes en todas las épocas y culturas; con la consecuente necesidad de ser respondidas. Reflexionar sobre estos temas han propiciado el desarrollo del pensamiento, dando paso a la FILOSOFÍA.
¿QUÉ ES LA FILOSOFÍA?
Etimológicamente Filosofía
proviene de dos voces griegas PHYLOS (amor)
y SOPHIA (sabiduría – saber), por lo que
significa amor por el saber o por la sabiduría. Ya en
una definición más contemporánea sería que la filosofía es la eterna
búsqueda de la verdad, la relación entre el ser y el pensar para poder conocer
la realidad. Nace desde la pregunta más simple y hasta
“tonta” pero que nos abre un camino al asombro, las dudas y a la investigación,
que no tratará de hallar una respuesta, sino más cuestionamientos que nos
propicien a tener un mayor conocimiento y sobre todo comprensión
La filosofía es un manual de
instrucciones para la vida, definiendo diversos ideales y marcando
límites como lo que es bueno y malo, la felicidad, la justicia, el valor, la
ética, etc.
Aristóteles menciona que “El ser
humano solo puede ser feliz si tiene diversión, responsabilidad y contar con un
pensamiento crítico” (filosofar). El problema es que solo nos
centramos en un aspecto en la vida, ya sea el placer, el trabajo o la reflexión,
sin que exista un adecuado balance entre las tres; lo que lleva al ser humano a
la tristeza, apatía y amargura.
La filosofía es la madre de
todas las ciencias, debido a que siempre se llena de preguntas,
dudas y cuestionamientos que dan paso a un sin número de
pensamientos, reflexiones, hipótesis e
investigaciones que han
llevado a que se creen las diversas ciencias
que conocemos y las que aún no.
Aristóteles plantea lo
siguiente: “Todos los hombres por su naturaleza desean saber”; así
que por naturaleza filosofamos, porque deseamos saber, conocer y eso no lleva a
cuestionar todo, lo que nos invita a una reflexión filosófica.
¿QUÉ
ACTITUDES DESARROLLAN MI REFLEXIÓN FILOSÓFICA?
Existen diversos motivos que
nos llevan a plantearnos preguntas y a reflexionar al respecto. Pero entre los
más importantes podemos mencionar a:
- EL ASOMBRO: Nos
asombramos cuando vemos algo nuevo, inesperado o que nos llama la
atención. Esto nos provoca curiosidad y nos impulsa a preguntarnos y
buscar respuestas. Además, que el asombro, si bien es una capacidad que se ve
mucho en los niños, se va perdiendo con los adultos; pero que gracias a la FILOSOFÍA, esta puede ser despertada, haciéndonos
más reflexivos de nuestra realidad y dejar de ser indiferentes con el mundo que
nos rodea. Schopenhauer mencionaba que ningún ser, salvo el
humano, se asombra de su propia existencia.
- LA DUDA: Surge
cuando analizamos críticamente nuestros conocimientos. Dudar
de nuestros saberes nos lleva a formular preguntas que, a su vez, generan conocimientos
y/o nuevas dudas. Esto es parte de nuestro PENSAMIENTO
CRÍTICO (capacidad por la cual analizamos y evaluamos la información
y el conocimiento existente comprobado su veracidad). La duda nos permite tener
una idea justificada de la realidad y no aceptar ciegamente lo que otros nos
dicen u opinan.
- LA ANGUSTIA: Surge a
partir de las situaciones límites (de vida o muerte), de
las preguntas sin respuesta, son producto de la conciencia de que no podemos saberlo
o tenerlo todo, de que nuestras capacidades como seres humanos
son limitadas, e incluso que hay situaciones que no podemos cambiar.
En la actualidad, muchas
personas han perdido la capacidad de asombrarse y angustiarse, o
incluso de buscar alternativas y soluciones cuando se encuentran en situaciones
difíciles. Renunciar a todo ello nos puede llevar a vivir
superficialmente sin conciencia de lo que realmente somos. Es por
ello que debemos buscar ejercitar estas capacidades, pensar más allá de lo desconocido
y cotidiano, racionalizando y buscando transformar nuestra realidad. Ten
presente que contar con una actitud
filosófica es cuestionar la realidad, llevar la contra a lo que la mayoría diga
y, quizás, hasta tener pensamientos o ideas que estén adelantadas a nuestros
tiempos, pero que harán que se forme un nuevo mundo.